Los profesionales vinculados al patrimonio arquitectónico de la ciudad ya no sueñan con recuperar o reconstruir el edificio que en el pasado fue la estación del ferrocarril. La depredación que ha sufrido esta emblemática construcción obliga a soñar a menor escala: al menos que se recupere la estructura, porque el interior de El Provincial ya no tiene nada que recuperar.
“No hay que pensar en reconstruir, eso ya es imposible, pero sí al menos en reutilizar este edificio. No podemos tenerlo así de desperdiciado cuando se trató de un hito urbano de nuestra ciudad. Ha tenido y tiene una presencia muy significativa para los tucumanos como para olvidarnos de él”, sentenció Olga Paterlini de Koch, decana de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT.
Más que conservar el patrimonio por el patrimonio en sí, Paterlini apunta a un uso actual y funcional de la vieja estación. “Se debería recuperar todo el conjunto: el espacio verde junto a la estación. Y esta última podría ser un sector de servicios relacionado con el uso del espacio público: baños, un café, un lugar donde tomar un vaso de agua... se trata de reutilizar el espacio sin desconocer los nuevos usos que se le está dando. Si va a haber una feria, entonces el Estado debería brindar infraestructura para que la gente no esté tirada en el piso, sino en mejores condiciones”, expresó la arquitecta.
Desde la Secretaría General de la Gobernación, al mando de Carolina Vargas Aignasse (de licencia durante estos días) no tienen respuestas oficiales para el edificio de El Provincial y el vertiginoso aumento de manteros en sus espacios verdes. Fuentes de esa oficina aseguran que, pese a los varios intentos y fracasos, nunca se efectivizó el traspaso de los predios y la edificación de la Nación a la Provincia; con este hecho justifican las nulas intervenciones que llevaron al estado actual de deterioro. Tampoco nadie se atreve a afirmar que desde el Gobierno se haya autorizado a los ambulantes a instalarse allí.